La propuesta de arquitectura interior para los centros de experiencia PeloBueno parte de establecer los lineamientos de la marca para las cualidades espaciales que tendrán en sus locales, cuya replicabilidad es fundamental, así como la configuración y organización de los componentes que harán parte de los proyectos.
Uno de los aspectos importantes de este proyecto parte de la finalidad que tiene el negocio Pelo Bueno para sus clientes, cuyo objetivo está en “Volver a lo Natural”: a esa esencia primigenia que se conserva en nuestro interior, así sea en lo profundo, allí se encuentra con sus complejidades y sus diversidades. Adicionalmente, como otro rescate de cualidades locales aparece el Caribe: ese territorio fluctuante y conectado con el mar, con una influencia ingente sobre sus habitantes.
El concepto que impulsó el desarrollo del diseño se basó en la Diversidad Caribe, donde nos preguntamos: ¿A qué huele el Caribe?, ¿A qué sabe el Caribe?, ¿Cómo se palpa el Caribe? Cuestionamientos que, siendo intangibles (y, en cierto sentido subjetivas), enmarcan unas posibilidades para las sensaciones que se pueden experimentar dentro del espacio. El caribe, con una cultura amalgamada de etnias, de tradiciones, ritmos, sabores, olores, entre otros, proporciona un crisol de sensaciones que permiten ser experimentadas con el cuerpo completo.
A partir de lo anterior se buscó que la arquitectura interior de los locales de Pelo Bueno, gocen de algunos aspectos que puedan llevar a los clientes a encontrarse con los colores y sus contrastes, las texturas y sus rudezas, las formas y el “swing” que evoca el Caribe, eso sí, manteniendo una sofisticación en la aplicación y organización de cada elemento; también mostrándolos en su naturalidad, en lo que son y cómo son: muy ligado al ser Caribe.